Las dos caras de la moneda
La semana empezó siendo positiva para la institución. La profesional y rápida actuación para aclarar las dudas sobre la muerte de Milton Peláez admiran a cualquiera.
El análisis del disparo que recibió el humorista es digno de un país desarrollado. Más aún, el jefe de
Mejor de ahí se daña. Es demostración de que en
Lo malo llegó después. La noche del jueves, dos agentes policiales asesinaron al pequeño empresario Yodesy Marte a la salida del mismo cuartel policial de Bonao, a donde había ido a querellarse por un robo ocurrido en su negocio.
Aparentemente, los matadores habían sido los autores del robo denunciado. Después de cometer el crimen “escaparon” y al momento de escribir este artículo todavía se encuentran prófugos. Apremiado por la ola de protestas que el hecho provocó, el jefe general Santana Páez tuvo que viajar a Bonao y cambiar la dotación policial completa.
Es imposible que una sociedad alcance los objetivos que se traza si no existe confianza entre los ciudadanos y los órganos públicos encargados de lograrlos. Si entre
Y aunque no se trata de hacer cargar a
Lamentablemente, mientras esta institución da señales de una gravísima debilidad estructural, muchos quieren disminuir la delincuencia poniendo un parche: solo hablan de modificar el Código Procesal Penal, como este simple hecho fuera a convertir en ángeles a los policías corruptos.
Persistir en esa idea no es más que un triste intento de eludir llamar las cosas por su nombre. Lo que hace falta es refundar
Pero lo más importante es invertir en los policías de carne y hueso. El sueldo que ganan es una invitación a usar el arma de reglamento en actos delictivos. No debe sorprender a nadie que muchos se dediquen al “picoteo” –violento y no violento- para “completar”. Otro aspecto que requiere ser mejorado es el de la capacitación. Si no se los prepara para enfrentar los retos que su profesión, no podemos quejarnos cuando no actúan como deben.
Clave Digital 11 de julio de 2006